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Sutil, y no tan sutil, repaso por algunos pasajes de la vida cotidiana.

viernes, 17 de septiembre de 2010

El verano de mi vida

Este, sin duda, ha sido el verano de mi vida. No me he dejado atrás, creo, casi nada... veamos:

A comienzos de la temporada, me caí en la ducha, con tan mala pata (nunca mejor dicho) que me partí la parrilla costal... bueno, unas pocas costillas, quedando un poco maltrecha.

A consecuencia de los dolores, me inyectan en urgencias un "voltarén" que, según parece, se me enquistó. En realidad, el parte pone "alergia a voltarén" pero yo no me creo un pimiento, pero el culo se me puso para llorar sobre él. Me salió en una nalga un "chichón" del tamaño de un melocotón de los más hermosos y además, todo rojo, con lo que parecía una picadura. Tras comprobar que la cosa iba a más, decidí ir a que me viesen los médicos del hospital.

Aprovecho uno de los ingresos de Rubén,, al que nos llevamos en una ambulancia ("medio de transporte" que comienza a sernos más habitual que el taxi) por un dolor de las piernas, para que, entre tanto le observan, yo voy "pa lo mío"... que se convirtió en un celador comunicando a mi querido nene, mi ingreso y posterior operación de nalga prescrita para el día siguiente.

Paso una noche de "chúpame Dómine" con una señora quejándose a mi lado, rodeada de enfermos en una sala enorme que era de observación. Al día siguiente, bueno, a la tarde siguiente, me operan, pero camino de quirófanos, el celador que me porta, me comunica que Rubén, quedó ingresado minutos antes en la tercera planta del Hospital donde estábamos.

Mi mente se disparó hacia los perros, Leo, que aún seguía en casa, Darko y la gatita Mimo, a los que dejamos solos... ¿Quién les daría de comer? ¿Quién los pasearía? Estaban sin comida ni agua, pero Mustafá (otro día hablaré de él, ahora no me apetece) que tenía llave gracias a Dios, vino a hacernos una visita y viendo que no dábamos norte ninguno de los dos, puso de comer a los animales ¡Bendita hora que le dimos llave a ese hombre!

Lo que parecía una operación de nada, se convierte en casi una semana de hospitalización, tras lo que me dan "Hospitalización Domiciliaria" (que no alta) para varios días más. Rubén, siguió hospitalizado otras casi dos semanas. ¿Con qué objeto? Pues según parece, porque al quedar yo ingresada, él no tenía quién lo cuidase, de modo que, "arresto" social al canto... y el verano continúa, con su calor... y todo lo demás....

Tras algunas semanas de curas e idas y venidas al Centro de Salud a hacerme las curas (entre medias, mi nene, viene ¡por fin! a casa) mejoro y no solo eso, si no que además, la herida me queda perfecta, casi sin huella, bueno, un poco sí, pero poco.

Y me decido que quiero ir a la piscina y me ovy a depilar para el momento bañador. Ya nos hemos puesto casi acabando el verano, pero yo, persisto y quiero tomar el sol y nadar... hasta que me derramé un bote de "cera tibia VET" sobre mi mano izquierda y menos mal, porque si me la llego a aplicar donde pensaba... en fin...

La mano, de la que ya hablé en otra entrada (de ella y del incidente) me quedó bien, de nuevo, cicatricé bien y entre medias, me clavo algo en el pié paseando al perro. Parecía una astillita pequeña o algo casi imperceptible, pero a día de hoy, 18 de septiembre, me sigue jo.. doliendo bastante y eso que fuí (otra vez... ) a urgencias y no me vieron nada, pero a mí me duele bastante, hasta el punto de que casi no me puedo ya ni poner un calzado normal.

Mientras encuentran un tesoro en mi pié, me van mordiendo (que no picando) los "mosquitos tigre" Al parecer, son una extraña "raza" de mosquitos que según parece, nacieron en Cataluña ¡como no... estando yo aquí!

Tengo el cuerpo como si tuviera viruelas de los picotazos de tan salvajes insectos. Dicen que tras las lluvias, desaparecerán y yo, me paso el día mirando al cielo, esperando que estas benditas gotas que caen del cielo a día de hoy, no paren hasta bien entrado enero y no haya más "tigres" de bengala de esos...

Y el otoño está por entrar. Aparte de lo de la astilla, bueno, no estoy mal... aunque me molesta una barbaridad. Mañana iré al Centre Salut, para que echen otro vistazo a mi pié a ver si otro pronóstico, resulta con satisfactorios resultados.

Espero...