Muchas, muchas veces, durante estos años, me vengo preguntando donde empiezan y donde acaban los Derechos y Deberes como Ciudadanos, o, lo que es igual, hasta donde los Servicios Sociales, tienen potestad para pisotear las ilusiones y esperanzas a una madre, en el nombre de los mismos para con un Menor.
Hace algo más de dos años, me fue retirada laCcustodia de Pablo, mi hijo pequeño, que, hoy tiene 15 años... ¡15 años ya y yo sin verlo crecer! Las circunstancias por las que la que su Guarda y Custodia me fueron retiradas, no vienen ahora al caso... bueno, no quiero hablar de ello, pero el caso es que son demasiados meses ya sin poder tener accewso legal a mi querido hijo.
Podría, como no, ir a visitarle a un pueblo de la provincia de Cádiz, donde me lo tienen recluído, digo viviendo, sin embargo, preferí, por su propio bienestar, dejarlo estar y no pasr con él la hora semanal a la que tengo "derecho" a visitarlo por no hacerle sufrir... por no hacernos sufrir más de la cuenta. Ya de por sí, es bastante duro y no me perdonaría nunca que mi Pablo, mi pequeño del alma, sufriese ni un segundo más de lo debido, de modo que, sacrificándome, opté por no ir a estar con él los 60 minutos cada siete días....
¿Que soy una cómoda? Habrá quien quzás lo piense así, yo croe que soy una madre consecuente, una madre, consciente de que lo que hace, lo efectúa para y por el bien de un Menor que ninguna culpa tiene, a quien adora con toda su alma, cada milésima de segundo que pasa de vida, porque Pablo, a su adolescencia, es un "niño pequeño" y lo seguirá siendo siempre, toda la vida porque su Trastorno del Espectro Autista, le deja apartado de un Mundo que a decir verdad, nada bueno le ha traído a él y total, en su particular mundo sin palabras, ni siquiera puede decir a su madre que le duele "esto" o "aquello" o que le han regañado o... ¡qué se yo! pero es mejor así, dejarle vivir en su entendimiento tan suyo y particular.
Me vine a viivr a Barcelona, donde llevo ya casi dos años, en pos de la ansiada Reunificación Familiar... reunificación que no llega nunca, reunificación que, desde Málaga, me ha sido denegada con todas las letras, en boca de la actual Técnico de la UT3 (Unidad Tutelar nº3) de Málaga, Beatriz,, aunque paralelamente, sigo intentando el traslado de mi hijo a tierras catalanas.
I¡Ilusa de mí, que creí hallar "La Tierra Prometida"! Sí, porque también desde aquí, igual que desde mi Andalucía de mi corazón, se me va dando largas y más largas... y lo peor es que me han vuelto a llenar de esperanzas, cuando ya casi no tenía ninguna... ¿Cómo pude creer que por fin la pesadilla acabaría? Total, es justamente al contrario, la agonía se prolonga y se prolonga...
Naturalmente, se trata de lo mejor para el niño, de lo mejor para "El Menor"... un menor como tantos otros, que a nadie como a su madre, YO, le importa... un niño inocente, ajeno a tanta maldad. Todo esto está perfecto, sin embargo, ¿Se puede en cambio pisotear los Derechos de una madre, de LA MADRE? ¿Nada importo yo? ¿A ninguno? ¿Nadie piensa que lo mejor para el bienestar de mi hijo, es estar con su familia, con SU MADRE, con el hombre que la hace feliz a ella y le hará feliz a él, como venía haciendo? ¡Maldita sea, que ni una foto se me permite de mi hijo... que ni siquiera puedo observar su crecimiento, su evolución!
No entiendo, no comprendo... Son dos palabras que me rondan demasiado porque lo peor, es la NADA, el no saber, las NO noticias, el "Yo estoy pendiente de tu tema" cuando en realidad el caso, está más que archivado, dormido y encierrado.
Eso es todo, "un tema" más que torear desde la Administración, que me está tomando el pelo vilmente, que me está atropellando y lo peor, atropellan los Derechos de mi hijo. ¡Por Dios que yo ya no puedo más! ¡Que necesito que esta angustia acabe! Con un "NO" bastaría para que pueda pensar en que todo esto es injusto y horrible, pero la puerta se cerró ante mí, por fin. ¡No, no aguanto esta agnía, este no respirar...!
¡ES QUE YO YA NO AGUANTO MÁS!
