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Sutil, y no tan sutil, repaso por algunos pasajes de la vida cotidiana.

martes, 24 de agosto de 2010

Nada

Desde luego, hay silencios que chillan en nuestros oídos con mucha más potencia que el mayor de los gritos. E l dolor ante él, es tan intenso que a veces, siento que es igualito al que produce un cáncer en su estado más evolucionado y metastasiado.

No, no puedo NI DEBO tirar la toalla y de hecho no lo haré, pero hoy, es tiempo de llanto y de quejas... es tiempo de vomitar lo que llevo dentro... aunque no sé muy bien aún el qué; solo sé que me desgarra, siento naúseas y mareos, siento taquicardias. Todo a mi alrededor, se torna gris oscuro, lo que es peor que el negro más absouto, ¡Quiero gritar.... GRITAR! Estoy, me siento, me veo impotente.

Tengo que mirar otra forma de salir de todo esto, tengo que ver la forma de exterminar y acabar de una puta vez (lamento el exabrupto) esta lucha que me va a dejar sin fuerzas, pero aún así, algún hilo de vida "arrejuntaré" para seguir con la lanza en la mano.

No puedo mirar atrás sin ira, sencillamente, es que no quiero. ¿Quién me va a devolver a mí, a NOSOTROS los años pasados? ¿Quíen va a devolver estos años sin risas, sin gritos de niño asustado, sin sus andanzas, sin su sueño angelical..? ¿Quién va a devolver sencillamente, la vida que ha robado, sesgándola de una manera abrupta y atroz?

El verano, es largo y tedioso, cansino, lento... el calor, madura la fruta pero también la pudre, la seca, tragándose su jugo y juventud. No, no es el invierno solo lo que dibuja el paisaje de la Muerte y la desolación, no, el verano, con sus amables vestimentas, asfixia, amarga, atolondra....

No puedo más ¿O sí? En realidad no sé para qué ni para quien escribo... quizás me lleva a hacerlo la esperanza a ser comprendida pero ¿Cómo hacerme entender cuando no sé como expresarlo?

Voy a ver si me refresco


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