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Sutil, y no tan sutil, repaso por algunos pasajes de la vida cotidiana.

lunes, 26 de octubre de 2009

Gripe

Gripe A, de angustia. Me duelen las cervicales e, incluso parte de la nuca y un cacho de la cabeza por un lado que va hacia el oído. Mal, muy mal.
Necesito estar en la cama y la casa me/nos necesita a los dos en marcha. Para colmo, se me ha ocurrido bañar a los perros que, tras el "cagódromo" venían de pena. Como no había agua caliente ni termo ni ná de ná, los animalitos estaban flipando colores pastel cuando les metí en el plato de la ducha con su agua calentita con el gas ciudad y eso que el agua llega sin la presión necesaria y no le he cogido el truquillo al asunto de regular el frío y el calor del agua.
Bien, que, encima, me he mojado todo el pecho, que me viene muy bien para "lo mío" que tengo tos, me duele la garganta me duele el cuerpo, como si me dieran una paliza.... Estoy literalmente hecha una mierda.
Necesito que me cuiden y me mimen pero va a ser que no. Hago lo que puedo y lo que no, en fin, lo que tienen las mudanzas. Tengo la regla, la gripe, y eso, machacada que estoy y no quiero seguir con este derrotero que me "animo" y hay cosas que me voy a guardar para la intimidad del hogar.
Voy a comerme un plátano, que si, ya sé, es una fruta que no es precisamente para dieta pero no tengo otra cosa y además, alime nta y están muy ricos, ¡quié narices!
Otro día más y mejor.

Disculpe Vd., Sr. moro

Quizás esta entrada, tenga un tufillo a racismo, pero si, lo soy (racista) ¿qué pasa? máxime cuando entras a un supermercado con tu compra "en condiciones" para mis perros (comida de alta gama, chaquetones, etc) y ves que a causa de un billete de cinco euros, te tachan poco menos de estafadora en potencia.
Esto ocurrió en uno de los supermercados de la cadena "Lidlt" (mejor precio y calidad, jur, jur) en la que entramos en la noche de ayer sábado a hacer una pequeña compra para pasar el fin de semana. Bien vestidos y procedentes de una tienda especialista en artículos para animales, entramos al supermercado en cuestión de nuestro barrio, por cierto de origen humilde y trabajdor pero los comerciantes ya hartos de ser saqueadillos alguna que otra vez.
Nos gastamos alrededor de ciento y pico euros (euro arriba, euro abajo) y, al pagar, como habíamos roto el cerdito, Rubén lo hizo con monedas de un euro peeeeeeeeeeeeero, ´hete aquí que para completar la cantidad, sacó un billete de cinco euros, que, yo, como siempre, no me percaté que la cajera lo pasaba por su escáner y Rubén, que sí que lo vio, pensó que para qué lo hacía, y... ¡sorpresa! era falso.
Sin darle más importancia al asunto que la que tiene, continúo diciendo "Tubén, entonces, en la pizzería, has dado otro con toda seguridad" claro que podría ser que no, bueno, en todo caso, a él se la metieron con queso... Esto a mí, no me pasa, ventajas de ver poco, pero además, era una copia malísima, en papel de folio, vamos, como si fueran fotocopias de billetes de mil quinientas pesetas que dirían los de Gomaespuma.
La crónica, n, no acaba ahí y yo, acostumbrada a llevarme los carros llenos y luego DEVOLVERLOS, tras dejar mi documentación en prenda, alegre,emte. íbamos a hacer lo propio: llevarnos el carro para más tarde ponerlo en su sitio y... aquí empezamos la odisea.
Naturalmente, no caemos, porque somos normales, que, llevamos una lata de comida de perro de las grandes, donde se podía meter cualquier cosa. Pensando más tarde, el mosqueo empezó tras el billete falso porque al salir un moro, sí, moro ¿qué pasa? se viene hacia nosotros y nos dio un golpe al carro, se puso enfurecido y claro, provocó en mí un serio ataque de ansiedad.
Todo era incomprensible. Entro y salgo de los sitios con la normal inocencia del que paga pero tras reflexionar entre los dos, nos tomaron por chusma ladronil y menos mal que no se me ocurrió decir cuando el incidente del billete una de mis bromillas tan simpáticas del tipo "pues para robar me voy al Corte Inglés, que tiene más" (dinero) Si lo llego a decir, me asalta el pelotón chiíta sobre mi cuello.
El incidente acabó con Rubén acojonado porque yo, que peco de prudente, me puse con el moro (se me olvidó que era el "vigilante" modo matón de discoteca) a decirle de todo, pero de todo, todo "moro de mierda,vete a tu país.." porque me dio mucha impotencia de como ejerció su trabajo.
El modo elegante, habría sido, si sospechas algo, llamar a la Autoridad Competente y hacerles saber las sospechas que, tras mirar, habrían sabido que todo, absolutamente TODO, estaba pagado y bien pagado, eso sí, euro a euro, detalle que, pese a beneficiar a la cajera y sus compañeras, no cayó nada bien.
Lástima que no obró como debía, que si no, se le cae el pelo, por eso obran como un asesino a sueldo y, encima por llamarle "moro" ¿Hay que pedirles disculpas? Cierto, mis padres eran emigrantes también. Como él, en un país extranjero, recibieron los "parabienes" de las gentes del lugar pero mis padres, no venían de la Selva, comportándose como salvajes, dando golpes a las cosas de la gente (como a mi carro) Mis padres, eran gente que, como los padres de otros muchos, fueron CON EDUCACIÓN a trabajar a países donde lo que hicieron fue LEVANTARLOS y no comerse el pan nuestro de cada día porque encima, vienen con todo en la vida resuelto, mientras que tú, español de mierda, te quedas sin tus derechos y sin tu pan.
Si ya lo dice el refrán: "De la calle vendrán, que de tu casa te echarán" de modo que, Sr. moro, Sr. paquistaní, Sr. chino que no paga impuestos en toda su vida mientras tenga negocios en españa, total, que para eso estamos los de aquí, para pagar triple y así mantenemos a esta sarta de piltrafas que vienen a quitarnos la comida de nuestra olla y el techo para cobijarnos.
Disculpe Vd., Sr. moro, que se me olvidaba que su vida vale más que la mía.
Un cordial y racista saludo.

Algunos días han pasado ya

Hace años, Manzanita, un cantante ya fallecido, cantaba un tema llamado "!Por tu ausencia" que comenzaba diciendo: "Algunos años han pasado ya, mi corazón no deja de llorar, por tu ausencia, por tu ausencia..."
Llevo mucho, demasiado tiempo que no cuelgo cosas en mi blog. Sencillamente, se me hace cada vez más difícil. Mi lente intraocular, está defectuosa y mi oftalmólogo me ha dicho que hay que limpiarla para ver "que hay dentro" del ojo, eso del bueno, claro, el otro... bueno, el otro, ahí está.
No pierdo la esperanza (que es lo último que se pierde, que me lo digan a mí) de recuperar parte de la visión perdida. Mientras tanto, ni puedo ni me conviene abusar del ordenador. De todos modos, atrás quedaron noches sin dormir de chateo y pelearme con peña que ni conozco por un quítame allá esas pajas. Tras años de internet, me he dado cuenta que tener un rifi rafe con un tío o tía que no has visto el careto ni probablemente verás en tu vida, no tiene ningún sentido, de modo, que el tiempo, que todo hace verlo desde otra perspectiva, me ha tranquilizado en ese sentido.
No obstante, tras descubrir el intenso mundo forero, pasé mi época pues eso, foreando aquí y allá pero, es que la gente se traspone cuando no duerme y digo bien. Hay gente tan obsesionada en conseguir no sé qué pesquisas, se vuelve paranóica, hasta el punto de vigilar a las personas cuando se conectan o no, si entran al msn porque entran al foro, etc, etc, etc.
También casi me parto el gepeto virtualmente con algún que otro contertuliano, pero no llegó la sangre al río.
Mi ausencia....
No puedo abusar de la vista, como digo anteriormente, de todos modos, cada vez veo menos, así que os ahorraréis del placer de mis intervenciones que, son cada vez más esparcidas.
Ayer, Rubén, me enseñó algunos trucos para ir por metro y tranvía. No es tan fácil, porque claro, tienes muchas ayudas para andar, si, pero luego, tienes que poder leer el nombre de las paradas, etc, etc, etc.
Debo llevar bastón, entre otras cosas, porque cuando voy en el metro, me ahorraré momentazos como lo de levantar a alguien de los asientos de discapacitados y me pertenece estar sentada ahí porque yo, soy discapacitada y propensa a sufrir accidentes.
Puedo y de hecho, lo haré, apuntarme a clases de catalán en la ONCE. Ahí me lo harán más fácil porque no pondrán las frases en una pizarra como en las clases de Berga, me darán papeles para que de cerca, sea más fácil.
Bueno, llevaré el bastón blanco, al menos mientras la lente siga opacay además, buscaré como hacer para volver a leer. Disfrutar del placer de la lectura, es una de mis asignaturas pendientes. Tengo ganas de devorar libros ¡con lo que me distraían! Y no sé que más decir, que el tiempo pasa y yo, sigo aquí.
Boh, estoy malita, tengo gripe A, B, C.... y además como he vuelto al Hidrosaluretil, no paro de hacerme pis encima porque se trata de ir "desinflándome" a base de ir vaciando la vejiga y padezco un contínuo goteo que, se me hace las noches muy incómodas porque "me meo toa" todo, pero todito el rato. Como no conozco la casa bien, aún, me pego cada ostia cuando voy al baño que lo flipo y casi siempre llego con el pañal (¡ah! se me olvidó, es que tengo la regla también) a tope, tras lo que tengo que buscar otro que de una vez para otra, se me olvida donde están.
No es una juerga precisamente, pero estoy más hinchada que un globo pero hoy, parece que estoy mejor... y tengo hambre, mucha hambre.
Tras perder casi sesenta kilos, sigo viéndome gorda y es que además, cuando me insultan (véase el capítulo del moro) lo primero que les salta de la boca es "gorda" es triste porque ahora uso una"tallita" 58 "nada más" que, tras haber usado una setenta y algo y no poder ponerme ni las botas, ¡yo que sé! ¡NO ES JUSTO! Pero pediré a los Reyes Magos, que se lleven /kilos) y no dejen nada.
Cuanta incongruencia ¿verdad? Y la vida continúa...

¿Quién dijo que las niñas ya no quieren ser princesas?

Hay una famosa canción de Joaquín Sabina, que se llama "Pongamos que hablo de Madrid" y, entre un cúmulo de desgracias en las que relataba la difícil vida de la gran ciudad, una de sus estrofas rezaba así: "Las niñas ya no quieren ser princesas" y, aunque el contexto sea bien distinto, yo reniego de esa frase porque no solo quiero ser princesa, ¡es que lo fui!

Hace dos domingos, mi pareja, me llevó a comprar al Corte Inglés. Me puso hecha un pincel y me llevó a cenar a un sitio muy especial, tanto, que forma parte de la Historia: El Teatro Real.

Muchos piensan, que, ahí, solo se ve y oye conciertos y obras varias de ópera pero no, hay en lo que fuera el Salón de Baile, un Restaurante magnífico y ya no solo por sus exquisiteces, no, es todo... la decoración, lo que conlleva... pensar que entre sus comensales, ha estado sentado Reyes, Príncipes, etc, es muy emocionante.

En ese salón, bailó Alfonso XII y María de las Mercedes de Borbón y Orleans el día de su boda, haciendo con este gesto que, los Austria y los Borbones, fuesen una unión. Al menos, pretendía intentarlo. Dicen que fue una gran Reina, pero el asunto es que en esas mismas estancias, yo, Espe, he estado con mi culo sentado, agasajada por lo que podría decirse ser el mejor personal hotelero que he visto en años.

Yo, fui Princesa y hasta Reina, acompañada de mi Rey que me regaló una noche de mi vida tan, tan, tan cara que no tiene precio.

Aún recuerdo con la misma emoción (creo que lo haré de por vida) cada adorno que mis pupilas alcanzaron ver y aquella fotografía del Rey a la entrada... Es un sitio de ir de gala y ahí estábamos con zapatillas y tejanos. Bien vestidos para una noche de cerveza y tapas pero para nada, a la altura de tan ostentoso escenario y, sin embargo la delicadeza con la que nos trataron, hizo olvidarme de los atuendos que llevábamos.

Finalizó tan grata velada con el abono de la cuenta. No tiene precio, aunque no es tan caro el león como se podría pintar, de hecho, está al alcance de cualquier bolsillo, sin embargo, lo que no tiene valor, de lo carísimo que es, precisamente es sentirme tan aristocrática.

La vida es bella y en un Palacio más. Gracias Rubén, gracias, gracias infinitamente gracias. Nadie superará el valor que me das.

Nuevas puertas

Nuevas puertas y por qué no decirlo, nuevas ventanas, nuevos suelos... lo que viene siendo, una casa nueva. De nuevo, vivo donde siempre quise pero no puedo colgar en este blog todo lo que me gustaría ya que mi visión va empeorando por momentos. Sé que me limpiarán la Lente Intraocular pero ahora veo turbio y no quiero abusar de internet, de modo que, mis entradas, serán muy limitadas.

Aún así, necesitaba subir algunas cosas, poner esto un poco al día y, no sé, volver a sentirme conectada con el mundo internauta que, con el mundo exterior vuelvo a estarlo. Sí, hay vida después de internet :P

He tardado en darme cuenta que, tras la cama y la comida, hay otras cosas como lavar la ropa y mantener limpia mi casa y salir, salir a la calle, disfrutar de los escaparates y arreglarme, sentirme bella (aún sigo rebajando peso) y puintarme las uñas de Chanel.

No quiero dejar pasar un momentazo en mi vida: Una cena en el Teatro Real, hace dos semanas, bueno, dos domingos, en realidad. Tras cmprarme ropa y vestirme de nuevo en el Corte Inglés, a Rubén, no se le ocurrió otra que ir a llevarme a cenar al Teatro Real