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Sutil, y no tan sutil, repaso por algunos pasajes de la vida cotidiana.

sábado, 22 de junio de 2013

Ventanas abiertas

El jueves día 20, empezó un capítulo nuevo en mi vida. Estuve en la rehabilitación en la ONCE y allí pusieron a mi alcance herramientas que jamás de los jamases, habría imaginado su existencia y mucho menos, el efecto que causarían en mí.

Me pusieron carteles con letras, números, diferentes matices de luces y, ¡llegué a leer el prospecto de un medicamento!  Esa era mi lectura favorita de W.C., bueno, eso y las novelas de Marcial Lafuente "Estefanía" (memorable "Colt 38") y es que la lectura es uno de los placeres de los que he tenido que alejarme; menos mal que no soy sorda, porque sin poder oír música o sin hablar, me habría muerto del aburrimiento.

Me pareció milagroso que, usando mi más bien pobre resto visual, ayudado con las herramientas necesarias, pueda leer sola una factura, algo tan importante y que significa tanta independencia.

Tengo muchas ganas que me traigan mis cosas porque si bien, no podré leer un libro de una tacada, al menos, podré yo misma, sin ayuda de nadie, informarme y dar alimento a mi intelecto.

Quizás me anime y más adelante, estudie. Me gusta la literatura o algo que tenga que ver con las letras pero ya se verá que no me voy a tomar todo el pastel de golpe, no sea que me empache.,

Soy u na privilegiada por tener acceso a estos adelantos. Soy una privilegiada de la vida, que, si bien no es fácil, al menos tengo el coraje de enfrentarme a todo lo que se me ponga por delante.

¡Dios mío, cuando pueda leer el navegador y los avisos de Windows! No tendré que darle a "siguiente" a todo porque no vea lo que pone. La vida es maravillosa.

Tengo una debilidad

Sábado por la tarde. "La caló" cae intensamente en este pueblo de la Andalucía Profunda, en el que me veo obligada a estar. ¿Me gusta estar aquí? Pues no ¿Qué hago aquí? ¡Yo que sé!

Suena aLeonard Cohen, la canción "Take this waltz" redescubro que este cantante me gusta como fondo de mis pensamientos, para poner un poco de orden en este batiburrillo de palabras mejor o peor encadenadas.

Hace unos días, que quería hablar de algo que me sucedió... algo bueno, muy bueno pero no he tenido tiempo material para poder plasmarlo pero no por ello, pierde un ápice de la emoción: Tuve un encuentro con mi hijo mayor, mi nene que ya es todo un hombretón, con barba rasposa y un carácter sereno y callado, aunque creo que ninguno de los dos, estaba del todo relajado porque ha sido algo que t4eníamos que haber hecho y creo que es un primer paso para acercar dos personas con una relación difícil.

Sigue sondando Cohen, "Grandes éxitos" y, acabo de darme cuenta por qué solo oigo canciones sueltas de este tipo. Carga demasiado y comienzo a ponerme algo nerviosa, en fin, trataré de seguir con esto.

El día con mi pequeño grandullón, estuvo muy bien. Fui realmente feliz pero no se puede decir que la cosa no estuviese tensa, quizás por esto, él decidiese cocinar para mí y mostrarme sus cualidades culinarias, que no son pocas. Luego me contó alguna anécdota y nos estuvimos riendo de sus cosas, de las mías, un poco de todo y pensé que el hecho de no vivir en el mismo lugar, hace que los momentos se llenen de calidad. La cantidad, en este caso, no es relevante.

Creo que voy a quitar esta música. He puesto una muy moderna: María Dolores Pradera. Esto está mejor.

Todo llega y ese día tan ansiado, también. Gracias hijos míos, por estar en mi vida y en mi corazón.