Un año de Libertad

25 de Diciembre del año 2008, 7:00 A.M. y esta que escribe, subía a un tren... un tren que me llevaría a un Destino, MI Destino.

No he subido esta entrada el día del Aniversario aposta. Quise que fuese un día normal de Navidad, de las Navidades más felices en años.

Cara a cara iba a enfrentarme, por entonces con La Vida en su máximo esplendor ya que volaba para siempre en pos de aires nuevo y brisa fresca para por fin respirar de una atmósfera corrompida, losa fría que caía encima de mi cabeza y me aplastaba mientras que a su vez, cerraba mi boca con una cremallera, lustrándome con la cera del complejo y la falta de confianza.

Muchas cosas han pasado desde ese día. He tenido la ocasión de pasar una noche en la calle, compartir el techo de las estrellas con Rubén Noé, así como el frío más gélido de las noches barcelonesas. Sin estar acostumbrada a determinadas conductas y compañías, tropecé con los malos modos de un segurata, conducta natural para con los menos favorecidos... los sin techo, los indigentes y nos trató como a ellos, con desprecio, como, como.... ni sé explicarlo... La señora de la limpieza de los Servicios Sociales de Emergencia, me regaló un gorro que yo apodo (porque aún conservamos) "el gorro de pobre" ya que po una noche, fuimos dos más a las puertas del Centro, esperando por una cita con la Trabajadora Social, una cita con una puerta abierta.... La vida, da tantas vueltas...

Un año en el que dejé atrás mi hijo con 16 años recién cumplidos y montones de Expedientes en la Fiscalía del Menor... un año más con mi niño el pequeño en La Línea de la Concepción (Cádiz) tras arrebatársenos de forma injusta... un año que dejé muy lejos a mis padres, mis hermanos, mi sobrino y una sobrina a la que ni conocí ya que nació en el transcurso de todos estos días.

Si he de ser sincera, siento ahora en la distancia, que estos seres, exceptuando a mis hijos, no eran mi familia. Ellos, no lloraron conmigo ni lloran cuando me duele el corazón... ninguno de ellos, ninguno, llamó a mis puertas cuando solo necesitaba una respuesta un "Por qué" poco más necesitaba... ninguno de ellos, ninguno y abro el abanico y miro a mis tíos y mis tías por parte de padre y de madre, primos y primas y ninguno, absolutamente ninguno de ellos, me dió un pañuelo para enjugar mis lágrimas.

Y me siento triunfadora.

Hoy, ya pasado el día 25 de Diciembre de un año más, miro al futuro con ilusión, sin ira, ¿con dolor? mucho pero con más fuerza que nunca porque he conseguido abrir mis alas y volar... un año ha hecho falta para darme cuenta que soy Libre para decir lo que me de la gana, para no cerrar la boca para tener mis propios Derechos, esos que se me negaban a fuerza de asfixiarme y apretarme el cuello con la soga de la Burocracia, vil mal de nuestros días y que para los que no somos ricos, se acucia más con su veneno.

Atrás voy dejando poco a poco, no sin esfuerzo, el lastre de los kilos, construyendo a su vez un hogar junto a mi Rubén, la persona que amo y defenderé a ultranza porque así se lo debo, por su lealtad, comprensión y sobre todo su amor nada disimulado hacia mí.

Mal, muy mal, para los que no creyeron en nuestro proyecto de vida porque simplemente, no tendrán la dicha de compartir nuestra alegría y sentarse a nuestra mesa para celebrar los triunfos que se recogen tras la cosecha de las lágrimas y la lucha.

Nos toca recoger la cosecha y saborear las mieles de la constancia y sí, la Vida sigue puteándonos, como a todos, pero juntos ganaremos a los ejércitos que se nos intenten tragar. Seguiremos trabajando día a día por nuestra felicidad.

Balance: Hay luz al final del túnel, he podido comprobarlo. No todo es un infierno, no siempre hay llanto, no siempre la tierra está seca, de hecho, nunca lo estará mientras la sonrisa de Rubén siga iluminando mis días y Darko y Leo y Mimo y pronto... muy pronto, más... las cosas, se van solucionando y la partida no ha acabado, de hecho,solo ha empezado.

Hoy es 30 de Dicimbre y mañana acabará otro año y empezará otro y más luz y más camino y más caminar de la mano junto a él y más compartir la mesa y el mantel con ellos, mi gente, los míos, los que amo.