Volver

Recuerdo el célebre tango del inigualable Carlos Gardel que rezaba así:

"Volver, con la frente marchita

las nieves del tiempo, platearon mi sien"

Sí es una letra que, aunque me viene a la memoria, no hace honor a mi realidad, porque "ni vuelvo con la frente marchita, ni las nieves del tiempo platearon mi sien" básicamente, porque tengo la prudencia de teñir mi cabello cuidadosamente, cada vez que haga falta... En cambio, queda "el fondo"... ese retornar... el volver en sí mismo, el sentir, que, efectivamente "és un soplo la vida y que 20 años, no es nada"... bueno, en este caso, dos, pero han pasado tantas cosas...

Efectivamente, hemos tomado una decisión arriesgada: volver a Málaga, mi tierra, mi ¿lugar? bueno, no sé... quizás, pero siento que mi verdadero sitio, es este, Barcelona. Aquí, a más de 1.000 kms. de Andalucía, tan querida y amada, tan cruel a veces, con sus hijos, he tenido ocasión de ser YO misma, he sido y me he sentido por primera vez PERSONA y me he REALIZADO en mi LIBERTAD.

No sé como voy a enfrentarme a Málaga otra vez y no sé siquiera si Málaga, me creomerá a mí como una hija que soy de aquellas Csotas tan marineras, alumbradas por la luz del único faro en el mundo que se llama Farola ... son muchas, muchas, pero muchas las cosas y todas planean por mi mente como aquellas gaviotas que me vieron crecer.

Viviremos en una calle donde viví desde muy bebé hasta hacerme niña. Esto me trae pensamientos muy raros porque mis ojos volverán a ver aquellos lugares donde la "Mamá Nona" y yo, pasamos tantas noches de insomnio (mío, claro, era una niñamuy consentida y bastante mimada) y donde me entretenía en hacer barrabasadas como tirar todo lo que tenía a la mano por el balcón... balcon que da a la calle donde viviré, donde crecieron a mi par aquellos dos niños a los que la "Mamá Nona" llamaba "Los rubios" (¿Qué habrá sido de ellos?) y les veíamos jugar desde nuestra terracita, de la que ahora, nos speran apenas unos metros... curiosas coincidencias.

Recuerdo ahora el libro que leí hace años y una amiga de aquel entonces, Maye (¡donde andará!), me regaló por un cumpleaños. Se trataba de "Las Muertes concéntricas" En él se narraban coincidencias como esta que se suceden al final de las vidas de las personas, en este caso, los protagonistas de "Las Muertes" eran de distinta raza pero todos merodeaban parecidos Círculos tanto al final de sus vidas como al principio de estas... Sí, muy curioso todo ¿Estará mi Destino diciéndome algo? ¿Se estará cerrando así mi propio Círculo?

A pesar de tales pensamientos, ¿Estoy ilusionada? Bastante, no lo voy a negar. Creo que como todo cambio, ha de ser positivo, además, creo que era el momento. Todo se ha encargado (¿de nuevo el Destino?) de gritarnos que volviésemos y así hacemos, vuelta a "casa" solo que ésta, no será la que tenía antes, pero sí será "La nostra llar" como son todos los hogares donde Rubén Noé y yo, hemos asentado con mayor o menor fortuna pero siempre optimistas, nuestro pequeño núcleo

Mis hijos, claro, han sido factor determinante. Tengo muchas esperanzas en esta nueva etapa. Recuperar mi relación con mi hijo mayor, Francisco , reto no imposible pero sí muy difícil porque no estamos precisamente unidos, de modo que lucharé por subir esa montaña. Conseguir llegar de nuevo a su corazón y limar asperezas, será toda una aventura. Recuperar algo de Pablo, nuestro ángel, tampoco será un caminito de rosas pero hay que pisar las espinas del camino y aquí estoy, dispuesta.

Cierro pues, llena de fe, este capítulo para abrir las puertas y mi corazón a otro nuevo... eso sí, con las mismas risas, las mismas manos entrelazadas, un mismo sentir.

¡Vámonos "pá" Málaga!