Titulo

Sutil, y no tan sutil, repaso por algunos pasajes de la vida cotidiana.

miércoles, 4 de julio de 2012

Queridos seres queridos


A veces, en la vida, vamos por caminos que, posiblemente los seres queridos, no acepten. Sin embargo, "fueraparte" que diría coloquialmente, de unas vanas diferencias, por otro lado, salvables, no hay duda que, en nuestra familia, a veces, hay un nexo en común por pequeño que este sea, que nos une.

Llevo díaspensando que va siendo hora de un acercamiento. Yo, creo que estoy preparada pero como me espero cualquier reproche o cualquier negativa, ésto me da miedo y mehace dar un paso atrás. En definitiva, quiero tender mis manos a los seres con los que he compartido la mayor parte de mi vida y que forman parte de ella.

A estas alturas, el perdón no lleva a ninguna parte. No quiero perdonar ni ser perdonada, solo quiero aceptar y ser aceptados, desde esta parte del equipo porque si bien, por una parte, forman un núcleo, por esta otra, también y al fin y al cabo, cada cual ha elegido el compartir con cada quién y solo nosotros, personas individuales, somos beneficiarios y perjudicados de nuestros actos y voluntades.

Hay que saltar muchas barreras. Hay que poner una venda en los ojos y no pensar en lo que "nos hemos hecho en un pasado" porque aquí, sufrir, hemos sufrido todos. Lamento profundamente el daño que he podido ocasionar, pero no tenía más remedio si quería sacar todo cuánto llevo dentro, o más bien llevaba porque a día de hoy, creo que no guardo rencor, al contrario, por mi parte, hay ganas de un reencuentro. No, yo tengo odios ni siquiera quiero ejercer más mi derecho al pataleo; ya he patataleado cuánto me hacía falta y ahora es tiempo de paz.

Somos todos ya maduros, incluso algunos, ancianos ¿qué sentido tiene mirar hacia otro lado y olvidar? ¡Nada! porque uno no puede dejar pasar quien es y quien son los suyos... además, hemos pasado tanto tiempo "a buenas" que hay más cosas positivas que compartimos que lo negativo. ¿Puede ser que ésto sea suficiente? Por mí, si.

Reitero, no hace falta un perdón, ni un lo siento, ni lamentarlo. No hay nada de lo que arrepentirse. Cada uno actúa según el momento y situación pero tenemos tantas cosas en común como para echar por tierra toda una vida.






No hay comentarios:

Publicar un comentario