Titulo

Sutil, y no tan sutil, repaso por algunos pasajes de la vida cotidiana.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Crónica de un fracaso anunciado

Se veía venir, claro. No, no soy perfecta, ni siquiera he mejorado, vamos, soy un puñetero fracaso. Siento que no solo mío si no que para alguna gente que ha puesto sus miras en mí y que ha creído en mí he fallado.

Vuelvo a ser fruto de la comida y del cansancio no ya físico que sí emocional. Estoy llena de hastío y, aunque para alguno que otro, sería por mi "mala conciencia y mi mal hacer" pues no sé, igual puede ser pero yo lo que me siento en verdad, es una enferma que no puede luchar contra la droga que me embarga, cuando soy la primera que critica tanto a la gente que se droga. "¿Qué verán?" pienso cuando lo hago sobre algún que otro toxicómano que últimamente ha aparecido en nuestras vidas... "si la droga no es buena" insisto, abundando en ello. Debería aplicarme el parche y decírmelo a mí misma: "La droga no es buena y no me hace nada bien, no me hace feliz y és un infierno" aunque esa droga sea llamada "alimentación" y socialmente, no esté mal vista.

Sí, soy un fracaso, aunque sea a la persona que amo a quien se lo llame, soy yo, la fracasada porque no soy capaz de luchar con esos fantasmas llamados "muebles de la comida" o "nevera"

Deseo solamente estar sola. Sí, porque sola, pienso que no compraré comida. Al estar sensorialmente un poco hecha polvo (¿Un poco dije? ejem) no tengo la capacidad de andar sola por la calle y económicamente, no me puedo permitir tirar de taxi para ir a supermercados a comprarme mierdas y con la vaguera que llevo encima, ni de encender un microondas soy capaz., de modo que, siendo así y llena de inconvenientes, no comería o me alimentaría de yogures desnatados de "bífidu" (sin calorías, claro) y perdería algo de peso, claro que, digo yo, con qué fin.

He vuelto a la despensa cuchara en mano a atiborrarme de nocilla. Además de esto, me he zampado una bolsa de una mierda que supuestamente sabía a queso... unos "snacks" horribles pero yo me los he zampado después de dar de comer a los animales.

No sé por qué hago esto. Puedo decir aquello de "la medicación no me va bien" En realidad, ninguna medicación me ha ido bien o yo estoy loca o los que me ponen las medicinas, están peor que yo... o... a ver si voy a ser la única sensata de este mundo, que lo dudo.

Quiero estar guapa, no solo sana, no, para mí, es importante ser bella y no me queda demasiado. Estoy a punto de tener 44 años y la vida, la juventud, se me escapa de entre los dedos y cada día estoy más como un cencerro. Luego hay quien dice que mi mal es una quimera. A mí me gustaría ver a más de uno en mi lugar.

Me fui a acostar y me encuentro de nuevo a Darko y Leo. Tienen la "bonita" costumbre, fomentada por nosotros,claro, de dormir en nuestra cama, con lo cual, hemos perdido intimidad y ganado en incomodidades. Esta situación no me ayuda mucho, pero veo que poco puedo hacer porque en determinadas circunstancias (crisis de Rubén, por ejemplo) los animales, han de estar con él. No veo la forma de arreglarlo porque como tiene que ser los animales y yo... además, ¿qué hacer? ¿Dormir separados? El, en una habitación con los "bichos" y yo en otra sola. En fin, que no me parece una buena propuesta.

He ganado peso, eso está claro y, me vuelve a dar complejo salir a la calle. Para el resto de los mortales, lo más importante, es sentirse sana. Yo, me sentía así, sin embargo, la gente, me seguía mirando con cara de "la gorda" o cuando voy de tiendas tengo que recurrir a las secciones de "tallitas grandes" ¿Que no se ganó Zamora en una hora? Pues lo sé, pero es como la pescadilla que se muerde la cola: Llego a un límite, mejoro sobremanera y ¡zas! a recaer y caída en fondo y sin red.

Necesitaría con urgencia ingresar, eso para empezar pero es que eso en estos momentos, no parece ser muy factible por muchas circunstancias familiares. No, no lo veo de aquí a mucho. Otra solución, sería pasar por el quirófano, pero no sé si me operarían de la reducción de estómago, que aquí en Barcelona, se hace sin problemas. El tema es que con mi historial clínico ansioso-depresivo, proveniente de la Bulimia galopante, será posible llevarme por esos derroteros.

Otra "buena" noticia: He dejado el gimnasio. Al principo, el pretexto era que como se había roto la lavadora, no podía lavar la ropa cuando llegase y claro, no tenía chandals... ahora tengo lavadora y cantidad de ropa de deporte pero... no veo el día de empezar. Lo que si he hecho, ha sido irme, armada de una cuchara hacia la despensa y ponerme morada a nocilla... pero eso creo que lo conté al principio y, aunque el gimnasio tenía sus cosas buenas (como su increíble zumo de naranja, al que invita la casa) no me veo yo de volver a coger la mochila del "fitness" y hacer ejercicios varios. No puedo con mi vida, con ponerme a hacer el indio, menos.

A ver, que más, que más... porque hoy toca lamentaciones varias. No todo van a ser risitas y felicidad, claro. La vida, sobre todo la mía, está llena de grandes altibajos. ¿He contado que soy una fracasada? Yo, que hace dos días, iba de "tía buena" pero ¿Dónde iba y qué me creía yo? Siempre seré "la gorda come-donuts" aunque haya abandonado el vicio de estos, por el momento, claro, que a estas alturas de la película, recaer, sería cuestión de... ¿horas? Ya cae más de algún que otro dulce más de la cuenta, algún que otro bocata de más y más pan de la cuenta. Bueno, Rubén me pone de comer y hasta esta noche y algún tropezoncillo sin importancia, no he pasado lo que él ve pero yo noto que como de más. No, no hago ni de lejos una dieta equilibrada y me atiborro y atiborro y es que simplemente... TENGO HAMBRE joder, que nadie me comprende ¿o qué pasa?

Hambre, hambre, hambre, si, tengo hambre y náuseas. No, ahora no vomito, pero tengo náuseas. Es la sensacion ronroneante del estómago que, sin embargo me pide "lléname, lléname" como un monstruo insaciable que me invoca desde las entrañas.

Y como no tengo más que decir, cierro el chiringuito por hoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario