La Pasión según los mártires

Existe "La Pasión según San Mateo.!" "La Pasión según San Juan" y demás pasiones de otros tantos que anduvieron por ahí y que aquí, me parece que no van a venir mucho al caso pero me considero mártir de una situación a la que no le veo yo mucho futuro.

Ayer, plena de ideales y presa del Director de mi Clínica Odontológica (véase entrada anterior) me llevo a Rubén Noé, a que le extirpen, perdón, extraigan la Muela del Juicio... del Juicio Final, sería porque acabó exactamente igualito que yo: dentro del caparazón de las Radiografías haciéndose la "foto"

"Pasad por aquí" (ya hay cierta confiancilla) y de nuevo la doctora aquella que me vio a mí, tan atractiva y que habla con una soltura... El Director de nuevo, apuntando lo que la Sra. Doctora iba dictando "doble implantación con tirabuzón y vuelta al ruedo y gran remache en 23" (o algo parecido) Reviviendo la escena, me veía a mí misma, tumbada en el potro de tortura días atrás, cuando me dejaron la cara tan hinchada que parecía un pan.

Y otra vez enfrente al Dire de la Clínica Corporativa que, no oponía obstáculo alguno a nuestros presupuestos, ya que como "no estaba cerrado el mío" se podía ir añadiendo, añadiendo, añadiendo... vamos, hasta dejarte en el umbral (¿Dije umbral?) de la pobreza.

Le comen el tarro al pobre de "R" que, a su vez, llevado por mi entusiasmo de dejarle la boca como los chorros del oro, se autoconvence (o autoconvenzo) que era lo mejor para él, que de viejos, íbamos a tener unos dientes tan estupendos que vamos a poder abrir con la boca las litronas de los indigentes del parque de enfrente mi casa.

Tras una crisis epiléptica que le vino a huevo para faltar a la que sería su primera cita, llegó el otro día y ¡otra vez allí! Llega una doctora un poco... ¿cómo diría finamnete? vamos a dejarlo en poco simpática y no le doy más vueltas. Tras mirar los papeles y nosotros insistir en sacar la muela del juicio de "R" ella, ERRE que ERRE en que no tenía nada de eso presupuestado, que tenía una ¡UNA GRAN RECONSTRUCCIÓN! y eso que la puñetera decía que la muela estaba muy cariada. ¿Pretendería reconstruir El Parthenon? Como en esta ocasión, no pasó como con mi "raigoncillo" e insistimos que había que extraer la muelecilla, al final, se nos hizo (a duras penas y no sin dejar de patalear) y fue otra doctora (muy pesada)la que extrajo (¡albricias!) la muela de Rubén Noé.

¿Cómo contar la experiencia desde el sillón de enfrente? Esa señora, agarrada al alicate firmemente, como un clavo ardiendo sin dejar de decir "otro empujoncito más" de allí, no saldría una muela, saldrian las entrañas enteras, como poco.

Y salió, la muela, digo y Rubén Noé, con su pedazo algodón taponando la extración. De su estado no voy a hablar pero sí de la pasión que ahora nos une.

Si desde lo de mis implantes, nuestra vida amorosa se ha visto un tanto desquebrajada, ya con su muela, es inexistente. "Dame un beso" me dice mi Rubén ... y muuuuuuuuuuuuuy despaciiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiito, nos acercamos y... "¡chuick!" (onomatopeya del besín) la cosa no da para besos apasionados. Los dos con la mano en las boquitas respectivas, eso, eso, cada uno con la suya, y corriendo a ver quien llega antes por el anti inflamatorio...

¿Pasión? ¡Una barbaridad! toda la que nuestros achaques nos dejan. Personalmente, pienso que ha habido un complot para que no nos acerquemos o lo hagamos lo menos posible... y de vez en cuando un "¡chuick!" alegra nuestras vidas... ¡Una emoción inenarrable!

Todo esto pasará ¿verdad? ¿A que volveremos a tener una vida normal? Empiezo a dudarlo. Yo tengo para seis meses (mínimo) Rubén, que tuvo más suerte y se salió con la suya, tendrá solo para algunos días. Aún se tiene que extraer otra muela y hemos enviado su presupuesto a hacer gárgaras. Él tiene más suerte: solo le quitarán lo que le da la lata, a mí, en cambio, me están dejando hecha un "ecce homo", snif, snif.

A pesar de todo, yo te amo, mi vida.... ¡Tráeme la medicación, por Dios!