Me esperó abajo, en la puerta de la entrada principal y llegué con el perro. ¡Qué alegría para los dos! Darko con sus ojillos vivarachos y Rubén todo "de contento" no paraba de reir "bobamente" como un crío. La verdad, que me encantó verlos tan alegres. Me hacen muy feliz y me sentía en este día veraniego con una temperatura suave, muy bien; no pude reprimirme y aunque sé que no está bien y no es correcto, llamé un taxi y Rubén y yo, junto con el perrito, nos fuimos. Llevamos a Darko a casa y estuvimos comiendo juntos.
Luego al "Carrefour" a comprar un par de cosas (luego se extendió a algo más de "un par") para que las tuviese en el hospital... cosas más o menos necesarias pero que le hagan la estancia menos difícil y se distraiga. Como el día anterior, le llevé el portátil ya arreglado, le puse ADSL con tan mala fortuna que no funciona en el sistema operativo. Bueno, da igual, llamaré al informático o compraré un router de "Orange" a ver si la cosa puede "chutar" y podemos "hablar" por el msn.
Me aubrro en casa sin él. Está todo silencioso y la gata está enfadada, por lo que no para de hacerse pis en mi cama nada más la visto de limpio. Me da mucha penita porque sé que lo que está es un poco dispersa porque entre que Leo no está y Rubén tampoco, creo que no tiene "un norte" predifinido. Se le ha caído su estabilidad y esa és su manera de mostrarlo.
Darko, ahora está a mis pies, mordiendo mi zueco verde. La verdad, que tiene que ser un rico manjar, un día lo probaré porque tal como le hinca el diente, tiene que ser "la pera", jajajjajaa.... Esta mañana, se comió un bollito de soja y me he encontrado un par de "regalitos" por ahí, vamos, que el día tiene un matiz escatológico de flipar.
Estamos completamnete sordos. Rubén, por lo que parece, irá a una residencia, al menos para aprender a superar su nueva circunstancia. Creo que de esto hablé en la entrada anterior a esta, bueno, en todo caso, es que me aburro tanto sin él... que se me hará eterno el tiempo que esté fuera.
Si tengo que ser franca, he de confesar, con el corazón en la mano, que pensaba que unos días separados, nos vendrían bien. ¡Craso error! Nunca he estado peor... bueno sí, pero... es por lo de Pablo... pero en lo que respecta a Rubén y yo,¡puf! es horrible lo atontada que me siento... comer sola... hablar con los animales... incluso salir, me parece una estupidez. A veces, pienso que me iría a dar un paseo y tomarme algo por ahí pero ¿Dónde voy yo? al margen de estar con el en el Hospital, no veo ningún sentido a irme a un bar, sentarme y estar ahí... mirando a la gente, ¡yo que sé! es una bobada...
Estamos raros los dos. Cuando no estoy con él, tengo la necesidad de deicrle muchas cosas... de expresarle yo no sé bien el qué... pero es que creo que lo sabe, él sabe todo de mí, y no entiendo por qué piensa que le rehúyo... si bien es verdad que algo de eso hay pero tengo mi motivo. últimamente, el "monotema" es la discapacidad que tiene y los medios que necesita... estoy un poco harta de hablar de sillas de ruedas, que si eléctricas, que si tiene que ponerle una bandeja o un reposapies... que si los códigos ¿qué entiendo yo de todo eso? ¡Que lo hable con su ortopedia que para eso está! Yo quiero que hablemos de nuestras cosas... de planes de futuro, que se ponga todo lo positivo que la circunstancia le deja... La enfermedad, no puede ser un obstáculo para seguir siendo felices ¿Acaso me ha importado alguna vez, tirar de la silla de ruedas o cambiar un pañal? Las cosas, seguirán igual.. es él, es Rubén, y yo quiero estar con él porque le amo y me importa más que nada en el mundo... y no, no estaría nunca con él por pena ni por nada parecido... yo no puedo estar con una persona por la que siento lástima... de hecho, ni aguantaría pero es que Rubén, hace saltar mi corazón y me hace feliz y no sé si se da cuenta pero esa actitud que tiene, me llega hasta enfadar.
En fin, paranoyas varias que se pasan por la cabeza cuando una está tan sola... me marcho a seguir con la faena que piro al "hospi"
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